sábado, 15 de agosto de 2009

De las Bienaventuranzas

Dichosas las nubes cargadas de lluvia, porque ellas podrán comer helado de vainilla en el funeral de mi padre.

Dichosas las letras "R" porque ellas siempre tendrán un coño sobre el cual llorar cuando todos los vellos faciales devoren el picaporte de mi puerta.

Dichosos los que se mudan a Playa del Carmen, porque ellos siempre tendrán una habitación en mi tobillo izquierdo.

Dichosos los vasos de vidrio, porque ellos compondrán la máquina fotocopiadora del obeso señor de la camisa rosa.

Dichosas las opciones, porque nadie las recordará una vez que hayan cambiado de nombre.

Dichosos los focos incandescentes, porque ellos nunca serán azules.

Dichosos los que son como Bob Esponja, porque ellos encontrarán a la felicidad comiendo cajas de cartón sobre el cadaver del otoño que reposa junto la mesa.

El perrito o no, de Amparito

Creo que soy un perro. Y digo que creo porque frente a mí está alguien sentado sobre una silla y dice:

- Ven, perro.

Lo que me hace dudar de ser o no un perro, es que si lo fuera tal vez iría con él, pero no voy.

lunes, 10 de agosto de 2009

Esa gata es algo que no puedo explicar

- ¿Sabes dónde está Agnès?
- Creo que ha salido, una ventana está abierta.

Aunque siempre regresa, no puedo evitar pensar que no volveré a ver sus pequeñas patitas recorrer el pasillo.