viernes, 19 de junio de 2009

Del canto de Schopenhauer


Cuando golpea la puerta con sus patas, significa que quiere salir. Es entonces cuando dejo mi silla, giro la perilla y una vez que está afuera, recorre los jardines o el parque. No temo que alguien la aparte de mí, pues aunque nadie lo desee así, todos tienen una. El día que descubres que ha estado viviendo contigo, que la has alimentado sin siquiera percatarte de ello, te sientes solo y triste. Ella siempre busca algún objeto, y al estar atada a ti, en cierto modo tú deseas lo mismo que ella. El problema es que una vez encontrado lo que se estaba buscando, ella no se siente satisfecha y busca qué buscar, es por eso que siempre se siente vacía y por lo tanto, hace que nosotros sintamos ese vacío también. Todo parece terminar al morir, pues es entonces cuando huye en busca de otro tipo con casa amueblada de dos pisos.

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