martes, 22 de diciembre de 2009

Mascando en las tardes esa tristeza olvidada

Uno de los muchos datos que nos ha permitido descubrir el Hubble (no es un dentrífico, aunque tenga el nombre de uno, es como si tienes el nombre de una puta o de kierkegaard y no desarrollas las funciones propias de cada especie, por decirlo de alguna forma)es que las galaxias se están alejando unas de otras y por consiguiente toda la materia del universo. Sería lindo ver cómo los fotones tienen que salir cada vez de casas más alejadas porque los cuerpo se dieron cuenta (¿cuenta?) de que no tiene sentido saludar al vecino de junto (ese que tiene un perro que asusta a las gatitas de otros vecinos), que ese saludo, si se le estudia serenamente, es también un tipo de soledad (lástima que aquí no aplica lo que dijo Bécquer). Sí, ellos han entendido que son como dos árboles que crecen paralelamente, aunque algunas de sus ramas se toquen, sus troncos son inconciliables. Al parecer una de las cosas que siempre está ahí, no importa qué tan lejos se muden, es la materia oscura, maldita masa invisible para hacer pizza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario